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CON PROCESOS DE REINTEGRACIÓN EN NIÑOS Y JÓVENES DE CASAS HOGAR ASEGURAMOS SU DESARROLLO SALUDABLE: LAURA DEL ROCÍO HERRERA

 Con los procesos de reintegración de niñas, niños y adolescentes de casas hogares aseguramos que los menores se desarrollen en ambientes saludables, cerca de sus familias y alejados de los riesgos que representa la calle, dijo Laura del Rocío Herrera de Aguirre, presidenta del DIF Guerrero, al asistir como invitada especial al proceso de reincorporación de 23 menores realizado por el DIF municipal de Acapulco.

 Recordó que desde el principio de este gobierno que encabeza Ángel Aguirre Rivero, los menores en desamparo y en orfandad han recibido protección alimenticia y vivienda; así como psicológica, económica y educativa, que por ley corresponde a todos los niños y niñas, de acuerdo a la Convención de los Derechos de la Niñez, establecida por la Organización de las Naciones Unidas y ratificada por México.

 Señaló que DIF Guerrero y DIF Acapulco trabajan de manera coordinada en diversas acciones de asistencia social, para apoyar a la población de escasos recursos económicos; “solamente unidos vamos a lograr transformar al estado, mientras más manos trabajen por los mismos objetivos será mejor”, indicó.

 Laura del Rocío entregó a las 16 familias que recibieron a menores reintegrados, apoyos diversos que, "más allá de la  inversión económica, representa un plan de contención para que los menores no reincidan, permanezcan en sus hogares y con sus familias", destacó.    

 Los apoyos otorgados fueron camas y colchones; nueve literas equipadas; cinco estufas; un refrigerador; cuatro tiendas DIF; cuatro proyectos productivos de chivos, puercos y conejos; lámina, madera, cemento y despensas, con una inversión cercana a los 200 mil pesos.

 Finalmente, Herrera de Aguirre hizo una reflexión sobre la obesidad, como un problema de salud pública en Guerrero, toda vez que, de acuerdo a las estadísticas, afecta al 70 por cierto de la población, y sólo el 30 por ciento come bien y hace ejercicio, lo que representa que muchos guerrerenses están en riesgo de sufrir las consecuencias.

 En ese sentido, pidió al personal del DIF municipal unirse al programa para Combatir la Obesidad, y destacó: “es una responsabilidad moral con el pueblo de Guerrero que la gente baje de peso, y nosotros que trabajamos en los DIF somos los que tenemos que poner el ejemplo y tener un peso adecuado para poder orientar a la gente".